Ahora quienes defienden lo indefendible son otros, como su colega Mercedes Milá (que anda de promoción por la casa y hace una semana se subió a “La noria”) o su tertuliana María Antonia Iglesias (que en la cima del pensamiento lógico-proposicional apuntó que detrás de nuestro cabreo hay un oscuro contubernio contra el programa porque su “debate político” es “muy incómodo para la derecha”). Lo que dicen no está mal. Si te las tomas con humor, es divertido ver qué cosas dicen (¡qué cosas, mare mía!). Pero sin duda era mejor cuando el que largaba era González tratando de apagar el fuego con gasolina.
¿Se acuerdan de aquello tan poético de que “cuando el sabio señala la luna, el tonto mira al dedo”? Pues tras la entrevista a la cuca madre, nuestro Jordi atizó a quienes mirábamos con asombro el dinero con el que pagaron (y premiaron) a la señora diciendo esta hermosura: “Cuando a un imbécil le señalas la luna, se fija en el dedo”. Milá dice: “Lecciones, las mínimas”, Iglesias quita hierro diciendo que el dinero pagado “no hace rico a nadie”. Y están bien, pero no son lo mismo. Jordi, habla y alégranos el día.
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