17/2/08

CALITOPICATION

A lo mejor es que la huelga de guionistas pilló a los escritores de "Californication" a la mitad de la primera temporada, de forma que los seis capítulos finales los tuvo que escribir el encargado del catering. A lo mejor fue un problema de papeleo: por un extraño azar los seis capítulos finales de "Californication" se intercambiaron por los seis iniciales de "La casa de la pradera: The next generation" y filmaron los guiones equivocados. A lo mejor es que los autores de "Californication" se enamoraron, o se comieron un tripi chungo, o temieron que Mike Huckabee ganara las presidenciales U.S.A. y comenzara a dictar leyes contra las buenas series de televisión no creacionistas. En cualquier caso, los seguidores de las aventuras de Hank Moody bramamos de ira al ver el volantazo que su "Californication" pegó ante nuestras narices y que la llevó de ser la serie más afilada del momento a ser la más casposa, ñoña y mediocre ever.

Un viejo dicho asegura que no se puede cambiar de caballo en mitad de una carrera, lo cual, aplicado a las series de televisión, quiere decir que no se puede cambiar de género en mitad de una temporada. "House" no puede empezar mañana a llenarse de largas secuencias de llantos a cámara lenta sobre fondo de violines melancólicos. Sebastian Stark no se puede convertir en un tipo sensiblero. En "Perdidos" no pueden empezar a ocurrir cosas con sentido. "Californication" tenía como ingredientes principales tíos y tías hasta el culo de todo, sexo friki y diálogos que tuvieron que imprimirse en cartulinas gruesas porque corroían el papel ("me gustan mucho las mujeres. Tengo todos sus discos"). De hecho, uno solo de los primeros capítulos de la serie contenía el 45% de la CDR de diálogos ácidos que recomienda la OMS. ¿Cómo se llegó desde ahí al plano final del último capítulo, con toda la familia Moody reconciliada tras tres episodios californianos que conformarían la Enciclopedia de los Tópicos Rancios Televisivos? ¿Y si el encargado del catering, fan de "La casa de la pradera" en su niñez, resultó ser Mike Huckabee?

4 comentarios:

Holly Golightly dijo...

Me parece un poco hortera David Duchovny, y encasillado en el papel de Mulder para toda su eternidad.
Nunca vi "Californication", no creo que sea de las mejores apuestas de la Fox, y después de la huelga de guionistas están todas las series un poco decaídas, incluso "House"...

Anónimo dijo...

Bueno, la verdad es que todo tiende a degenerar y corromperse, empezando por las series de televisión y acabando por los blogs. O, quizás, Californication solo ha sido una excusa para construir una copia de Quagmire (toma-toma) adornada de palabrería de todo a 1 euro. O, quizás, en el fondo lo único que vende es el sentimentalismo enmascarado (toma-toma). Porque, ¿qué hay realmente detrás del Dr. House? Piénsalo, Antonio Rico, y llora como espectador lo que no supiste defender como crítico.

Hic-a-doo-la bro.

Anónimo dijo...

Antonio, la perra tiene razón, la culpa es tuya, ¿pa qué ves toda esa mierda de series? Son como la fabada en lata, puedes comerla un día y hasta sorprenderte de lo bien que sabe, pero como alimento habitual no puede acabar de otra manera que aburriendo.
Está mejor "España Directo", aburrimiento fresco y coleando.

Anónimo dijo...

Hombre, digo yo que Rico verá un poco de todo para poder criticarlo, ¿no? Es lo que tiene ser crítico de tele. Claro que quizá no debería implicarse tanto a nivel emocional, debería ser más como los catadores de vino, que nada más apreciar su sabor lo escupen, no lo tragan. Pero no, tampoco serviría eso, porque la tele no se critica a nivel sensorial, sino a nivel emocional, así que hay que tragársela hasta dentro, aunque luego no quede sino vomitarla.