
Anteayer volvimos a visitar “Saber vivir” a ver cómo es ahora sin Torreiglesias y quedamos estupefactos: una colaboradora muestra una hermosa planta verde en un tiesto y dice que explicará cómo la música consigue que la planta está fresca, joven, flexible y no se seque ni se fracture como otra que enseña muerta y sin hojas. ¡Ostras, Pedrín, “Saber vivir” ahora tiene una sección de tontología sin necesidad de haber contratado a Txumari Alfaro! Esto hay que verlo.
Hasta el final del programa no desvelaron el misterio: la colaboradora sólo quería que los espectadores pusieran música y se arrancaran a bailar porque es un buen ejercicio. ¿Y las plantas? Eso es lo mejor: las usó para demostrar que la música es buena para las personas porque es buena para las plantas. O sea, una creencia tonta de ida y vuelta: si primero creemos que porque la música es buena para nosotros, será buena para las plantas; ahora debemos creer que porque es buena para las plantas será buena para nosotros.
Torreiglesias, por favor, vuelve. “Saber vivir” sigue repleto de publicidad y patrocinios así que no te cortes: arremete con tu tensiómetro y pon orden en el programa que se les está yendo de las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario